NACIONAL. Cárcel por nueve meses para policías acusados de extorsión

Publicado 14 enero 2015

Encabezados por el mayor PNP Francisco Delgado Orozco, los efectivos amenazaron de muerte al fiscal Anti corrupción Reynaldo Abia Arrieta por haber requerido la detención preventiva para los agentes de la División de Robos, que reclamaban 10 mil soles a cambio de liberar a detenido.

AUDIENCIA. Imagen de video en la que se observa al mayor Delgado (atrás, de bigote) y al fiscal Abia (primero, derecha).

"¿Dónde está nuestro encargo? ¿Por qué la haces larga?", se le escucha decir en una grabación al mayor PNP Francisco Delgado Orozco, dirigiéndose a Juan Cordero Bernazza. El oficial Delgado era jefe del Equipo Nº 1 del Departamento Cuatro de la División de Robos, dependiente de la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri). Y el 15 de diciembre, durante un operativo, había detenido a Manuel Cordero Bernazza, hermano de Juan. El mayor Francisco Delgado y miembros de su equipo, los suboficiales José Millones Quispe, Juan Félix Poycón y Eder Olaya Blakett, le pidieron a Juan Cordero 10 mil soles para dejar en libertad a su hermano Manuel Cordero. En lugar de aceptar la extorsión, Juan Cordero denunció a los cuatro policías ante la Segunda Fiscalía Anticorrupción.
Como resultado, Juan Cordero llevó un micrófono en el cuerpo para registrar las conversaciones con el mayor Francisco Delgado y sus cómplices.
"Tu hermano es ladrón, no la hagas larga", le dijo el mayor Delgado a Juan Cordero. Incluso le advirtió: "No se te ocurra denunciarnos porque ya sabemos a dónde estás yendo. No te dejes lavar la cabeza, si no tu hermano se va preso".
En otro audio, el mayor Delgado persiste con el cobro y le indica a Juan Cordero: "No te demores, arregla con Millones", en alusión al suboficial José Millones Quispe. Y, efectivamente, se produce la conversación. "Ya, pues, tu hermano es un delincuente y tú lo sabes. Pórtate, nomás", le indicó.
Juan Cordero se negó a pagar.

AUDIOS ACUSADORES
Con las grabaciones en la mano, el fiscal Anticorrupción Reynaldo Abia Arrieta requirió la detención de los cuatro policías.
El 23 de diciembre último, el fiscal Abia se presentó en la sede de la Dirincri, en la avenida España, en Lima, y arrestó al mayor Francisco Delgado Orozco y al suboficial Eder Olaya Blackett. Seis días después, el 29 de diciembre, se entregaron a la fiscalía los suboficiales José Millones Quispe y Juan Félix Poycón.
En declaraciones ante el fiscal Reynaldo Abia, el mayor  Francisco Delgado y el suboficial Eder Olaya escucharon los audios y reconocieron como suyas las voces. Sin embargo, negaron que los diálogos representaran un intento de extorsión a Juan Cordero a cambio de excarcelar a su hermano Cordero.
"Nosotros nos referíamos a otra cosa. No se le debe creer a un delincuente", explicó el mayor Delgado al fiscal Abia.
El 29 de diciembre, los cuatro policías detenidos se presentaron en el Módulo Judicial del Penal de Lurigancho –donde se encuentran recluidos– para escuchar la resolución de los jueces ante el pedido del fiscal Abia para mantenerlos encarcelados preventivamente durante nueve meses hasta que concluyan las investigaciones.
Durante la audiencia, el mayor Francisco Delgado tomó la palabra y amenazó de muerte al fiscal Reynaldo Abia.
"¡Oye, concha de tu madre! ¿Por qué has pedido detención preventiva para nosotros? ¡Te vamos a matar!", gritó el oficial de la Policía Nacional.
Sus compañeros se sumaron a la grita.
Todos clamaban inocencia.  Afirmaban que se trataba de un malentendido. Que no pretendían cobrarle al hermano del detenido. E incluso cuestionaron la validez de los audios.
"Defiendan a sus policías, no a los ladrones", reclamaban.
"¡Ya se fregaron! ¡Acuérdense de nosotros!", advirtieron.
La amenaza era contra el fiscal Reynaldo Abia y su adjunto, el fiscal Luis Parihuana Vega.
Entonces intervino el juez Saúl Peña Farfán, quien puso en orden al mayor Francisco Delgado y dispuso que lo retiraran de la sala. 
Cuando era desalojado del lugar, el oficial policial, para vergüenza de su institución, prosiguió profiriendo insultos y amenazas. 
El juez Farfán resolvió acceder a la detención por nueve meses.

La defensa de los policías apeló.
INACEPTABLE AMENAZA
El 10 de enero, en el mismo Módulo Judicial del Penal de Lurigancho, le correspondió al fiscal superior Anticorrupción Martín Salas Zegarra sustentar la confirmación del encarcelamiento de los cuatro agentes de la División de Robos de la Dirincri. Entre argumentos, Salas señaló que el mayor Delgado era un peligro porque había amenazado con matar al fiscal Reynaldo Abia. 
"Si son capaces de intimidar en público a las autoridades, entonces están en condiciones de presionar a testigos para que no declaren, o por su experiencia policial podrían adulterar documentos", arguyó el fiscal Martín Salas.
Los policías serán procesados por el Segundo Juzgado de Investigación  Preparatoria por el delito de cohecho pasivo propio. Esto es, de cinco a ocho años de cárcel. 
 "En momentos en que el juez emitía su pronunciamiento correspondiente, los investigados comenzaron a vociferar palabras soeces contra los fiscales presentes en la audiencia, incluso contra el juez, dejándose constancia en audiencia respecto a la conducta de los procesados, así como las amenazas de muerte de las que hemos sido víctimas", relató el fiscal Reynaldo Abia.
La autoridad destacó la decisión judicial de mantener presos a los cuatro policías porque será como una advertencia para que otros efectivos no cometan idénticos actos ilícitos.
"No descartamos que otros efectivos policiales actúen de la misma manera, extorsionando a los investigados. Es una práctica que debe ser reprimida drásticamente", sostuvo el fiscal Abia.
El ministro del Interior, Daniel Urresti, lamentó el caso de los cuatro efectivos de la Policía Nacional y dijo que el episodio era "una vergüenza".
Los fiscales amenazados por los policías informaron de los hechos al fiscal de la Nación, Pablo Sánchez Velarde, para que tomara conocimiento y adoptara acciones de protección.
AGENTES POLICIALES EN LIBERTAD REPRESENTABAN UNA AMENAZA
A el fiscal superior Martín Salas Zegarra le correspondió sustentar la necesidad de mantener en prisión preventiva a los cuatro policías acusados de extorsión, ya que según él representan una amenaza. 
"Fue importante que ratifiquen la prisión preventiva por un tema de seguridad jurídica procesal, dado cuenta que existían elementos suficientes de que los mismos procesados podían entorpecer el accionar de la justicia", dijo el fiscal Martín Salas. 
Manuel Cordero Bernazza fue arrestado en un operativo de inteligencia en la llamada "La Curva", en Chorrillos. Cordero fue intervenido junto con Fabio Melgar Berranechea. Supuestamente, llevaban "ketes" con droga. 

Cordero y Melgar no fueron arrestados cuando cometían delito alguno, sino porque tenían antecedentes por robo agravado. 
La detención se produjo el 15 de diciembre, pero recién los pasaron a la fiscalía el 23 del mismo mes. Según los fiscales, fue demasiado tiempo, periodo que habrían aprovechado los policías para extorsionar.

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