sabado, 29 enero 2011
Trescientos mil soles es lo que exigen los delincuentes que secuestraron el último jueves al hijo mayor del ex burgomaestre del distrito de Magdalena de Cao, Javier Ascoy Morillas.
Los padres del plagiado concurrieron ayer al Complejo Policial de San Andrés, donde el equipo del Departamento de Extorsiones y Secuestros, al mando del comandante Marco Rojas Vargas, realiza un minucioso trabajo para dar con su paradero.
Javier Alfredo Ascoy Liza, de 25 años de edad, fue raptado cuando retornaba a su domicilio, ubicado en la calle 22 de Febrero número 151, en Magdalena de Cao.
Regresaba de una ardua jornada de trabajo en unos terrenos agrícolas situados a 45 minutos al norte de Trujillo. Labora como chofer de uno de los tractores de propiedad de su padre.
Según fuentes policiales, el ex Alcalde reveló que su familia es víctima de amenazas e intentos de extorsión desde el año 2008.
Hace tres días la ex autoridad municipal denunció en la Comisaría de Magdalena de Cao que su vivienda había sido atacada por unos malhechores. Dispararon varios proyectiles que atravesaron los vidrios de la ventana.
Los facinerosos arrojaron también una carta exigiéndole un cupo de 15 mil soles a cambio de dejarlo tranquilo.
Los padres del plagiado concurrieron ayer al Complejo Policial de San Andrés, donde el equipo del Departamento de Extorsiones y Secuestros, al mando del comandante Marco Rojas Vargas, realiza un minucioso trabajo para dar con su paradero.
Javier Alfredo Ascoy Liza, de 25 años de edad, fue raptado cuando retornaba a su domicilio, ubicado en la calle 22 de Febrero número 151, en Magdalena de Cao.
Regresaba de una ardua jornada de trabajo en unos terrenos agrícolas situados a 45 minutos al norte de Trujillo. Labora como chofer de uno de los tractores de propiedad de su padre.
Según fuentes policiales, el ex Alcalde reveló que su familia es víctima de amenazas e intentos de extorsión desde el año 2008.
Hace tres días la ex autoridad municipal denunció en la Comisaría de Magdalena de Cao que su vivienda había sido atacada por unos malhechores. Dispararon varios proyectiles que atravesaron los vidrios de la ventana.
Los facinerosos arrojaron también una carta exigiéndole un cupo de 15 mil soles a cambio de dejarlo tranquilo.
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