Lima. Critican concentración de tierras (ponen como ejemplo al Grupo Gloria propietaria ahora de casi todo el Valle Chicama)

Miercoles 30 Junio 2010

La discusión de una norma que establezca un límite máximo para la adquisición de tierras de cultivo en la costa y frene así la concentración de terrenos en pocas empresas resuelve solo una parte de los problemas agrícolas en el Perú, según la opinión de diversos expertos, quienes coinciden en que el tema de fondo es lograr que la población tenga mayor acceso a estas tierras y desterrar así la exclusión social.
Y es que la fijación de una cifra tope a las empresas para la adquisición de terrenos de cultivo (40 mil hectáreas según el proyecto de la bancada aprista frente a las 10 mil propuestas por los nacionalistas e independientes), que se debatirá en el Congreso, es solo ‘la punta del iceberg’ de un problema mayor llamado desigualdad.

Los criterios para la fijación

Fernando Eguren, presidente del Centro Peruano de Estudios Sociales (Cepes), consideró difícil determinar el número máximo de hectáreas de tierra que una empresa pueda poseer debido a que la rentabilidad que genera una tierra de cultivo no es proporcionalmente a su tamaño.
“El argumento que señala que mientras más grande es la extensión de terreno es mayor la rentabilidad que esta genera es falso. Antes de tomar una decisión, los congresistas deben tener en cuenta criterios de igualdad e inclusión para las poblaciones”, explicó Eguren.
De acuerdo con el experto, que una empresa posea y adquiera más extensiones de tierra excluye a mucha gente del libre acceso a ellas. “Es un típico modelo de exclusión social”, indicó Eguren, quien afirmó que la concentración de tierras en una sola empresa da un poder territorial muy fuerte sobre los gobiernos locales y la población en general.
“Como ejemplo tenemos al Grupo Gloria, dueño de casi todo el valle de Chicama (La Libertad), el cual ejerce un gran poder sobre la población de esta región”, indicó.
Como tercer criterio de evaluación, Eguren refirió que algunas empresas están desarrollando sus proyectos con base en las obras de irrigación que son financiadas por el Estado. “De esta manera se destinan parte de los recursos públicos para que estos inversionistas ganen más tierras”, aseguró el especialista, quien agregó que luego de la Constitución de 1993 se dio total libertad a las empresas para adquirir más y más terrenos.

La concentración es peligrosa

Reinaldo Trinidad, director de la revista Agronoticias, consideró ‘peligrosa’ la concentración de tierras de cultivo en pocas manos, pues solo el 6% del territorio del Perú es destinado al desarrollo de la agricultura.
“La reconcentración de tierras está trayendo consigo la oligopolización de la industria azucarera y somete la alimentación nacional a muy pocas voluntades. Por otro lado, otro aspecto que preocupa es que el agua pasará a depender de muy pocas manos, y esta es un recurso crucial”, explicó Trinidad.
Por su parte, Federico León, director de la Convención Nacional del Agro Peruano (Conveagro), manifestó que las concentraciones de hectáreas de terrenos conllevan al abuso del poder por parte de las grandes agroindustriales. “El problema no es en fijar cifras tope para las empresas. Debemos zonificar las áreas de acuerdo con su potencialidad y dar mayor acceso de créditos al agricultor para que desarrolle sus actividades”, reveló.

Precisiones

Costa.
Según Fernando Eguren, la costa del Perú tiene cerca de 800 mil hectáreas de tierras de cultivo. “Esta región es mucho más productiva que la sierra y la selva”, afirmó.
Debate. Juan Perry, vicepresidente de la Comisión de Agricultura del Congreso, dijo que los proyectos que buscan limitar la adquisición de tierras de cultivos serán vistos en la Comisión Permanente antes de su debate ante el Pleno del Congreso.

Norma reduciría la inversión agrícola

Bruno Barbieri, consultor de Agronegocios, indicó que de aprobarse la norma se evitaría continuar con el crecimiento y la modernización del agro.
Explicó que hay quienes opinan que el problema radicaría en la pugna en el sector azucarero, en el que algunos grupos económicos tendrían como parte de su estrategia de crecimiento incrementar la producción mediante la adquisición de otras empresas azucareras. “Es difícil que mediante esas prácticas de crecimiento se produzca un monopolio en el sector, debido a que el azúcar se puede importar libremente”, dijo.

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