LOCAL. Asesino de periodista de radio Ollantay es natural de Paiján

Tras varias horas de ardua labor policial conformado efectivos policiales del área de inteligencia de Lima y efectivos de la DIVINCRI Trujillo, se logró la captura del principal sospechoso y ahora confeso asesino que acribilló Al periodista, Julio César Castillo en el interior de un restaurant en la provincia de Virú.

viernes, 13 mayo 2011


Se trata del menor de iniciales D.J.P. (17), un ex miembro de la banda delincuencial ‘’Los Aleteros de Paiján’’, conocido por haber sido responsable de una serie de muertes en la provincia de Chepén.

Según informaron fuentes extraoficiales, el golpe fue dado por ocho efectivos del área de Homicidios de la ciudad de Lima, quienes fueron enviados a la localidad desde el sábado último para realizar las investigaciones correspondientes en cuanto al asesinato del hombre de prensa.

Ya con la información necesaria para dar con el paradero del presunto sicario, los ocho efectivos policiales, con el apoyo de tres agentes de la DIVINCRI Trujillo cercaron la zona, en Chao, donde el sicario se escondía para luego ser intervenido por el numeroso contingente policial.

El reloj marcaba las 11 horas de la mañana del miércoles último, y más de 15 efectivos policiales ingresaron a la vivienda del menor, en donde fue sorprendido junto a su esposa, una mujer de 22 años que lleva ocho meses de gestación.

La sorpresa cayó como un balde de agua fría para el sicario, quien intentó escapar por la puerta trasera de la vivienda. Sin embargo, la presencia de efectivos policiales alrededor de la vivienda impidió que el menor escapara dejando a su esposa en medio del numeroso contingente policial.

De esta manera “Deybi” fue conducido junto a su esposa a la comisaría de Chao. Posteriormente fue derivado a una segunda jurisdicción policial en donde el caso se mantiene bajo estricta reserva.

Sin embargo, fuentes extraoficiales al hecho manifestaron que el joven sicario confesó el crimen añadiendo que una persona, cuya identidad viene siendo investigada, le pagó 4500 nuevos soles a cambio de asesinar al hombre de prensa.

Con la declaración del menor, se procedió a llamar al fiscal de turno quien prefirió mantener el caso bajo estricta reserva con la finalidad de poder culminar las investigaciones correspondientes.

Como se dio a conocer, “Deybi” fue miembro de la banda delincuencial “Los Aleteros de Paiján” desde que tenía 14 años de edad. Sin embargo, disputas entre bandas delincuenciales en la mencionada provincia de Chepén dieron por obligado al menor abandonar la jurisdicción para refugiarse en Chao.

Tanto en Chao como en Virú, la gente señalaba a “Deybi” no sólo como el autor material del crimen del periodista si no como el responsable de tres homicidios en la zona.

Por esta razón, fueron los mismos moradores de la provincia de Virú quienes señalaron al menor como único responsable de la muerte de Julio César debido a haber sido reconocido segundos después de abandonar el restaurante donde ocurrió el asesinato.

Asimismo, días después del homicidio, un gran número de moradores de la localidad fotocopió la imagen del sicario con la finalidad de ser localizado cuanto antes.

“Deybi” cuando comete un crimen se refugia en una vivienda diferente para evitar ser localizado”, recalcaron los moradores.

Sin embargo, uno de los habitantes de la provincia coincidió con la vivienda en la cual se refugiaba después de este último crimen. Con esta información y con la participación de la fiscalía Mixta de Virú se procedió a montar el operativo en el que D.J.P. fue capturado.

Tras la fría confesión del menor, éste deberá confesar quien le pagó para asesinar al hombre de prensa. Según su declaración la policía procederá a detener al autor intelectual del crimen.

Por otro lado, el padre del periodista asesinado, Teobaldo Castillo Flores, mostró su indignación debido a que la fiscalía no dio la orden de captura del menor pese a tener la localización del sicario.

“El sicario que acabó con la vida de mi hijo debe morir así sea menor de edad”, puntualizó el conmocionado padre.

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